23 septiembre 2020
- Cómo salida de una película de Fellini, aspecto de mujer cruel, perversa, coqueta y escasamente labriega, allí estaba esa sesentona de muy buen ver a la que azotaban sus partes salientes con sus más afiladas miradas los veteranos de La Huerta ... en blanco y negro, cejudos, arrugados, caras y manos secas del sol del surco.
- Ella, erguida como un tronco, elegante como un cisne, se mostraba como un ratón ante una jauria de silenciosos y expectantes felinos hambrientos de ella. "Caballero - me dijo - puede usted decirme donde queda la Iglesia, tengo una boda a las diez, soy la madrina y llevo media hora perdida en este pueblucho".
- Al instante, prácticamente todos los aburridos tigres del Ateneo de la Huerta se lanzaron a contarle con cierta y escasa, claridad, el lugar de rezos de la localidad. Uno de ellos - El Benito - le ofreció, incluso, un cigarrillo abriendo una amarillenta pitillera muy vintage, que la bella madrina rechazó con gesto coqueto y hasta sensual - "Ahora no", dijo.
- José, el "Barcas", le habló de lo bailarín que el fue en juventud cuando hizo la mili en Almería y de que las piedras del Ateneo podrían hablarle de lo grande y próspero que había sido el pueblo en otra era ... El Rey estuvo aquí en 1912 - le dijo. La bella visitante llegaría tarde a la boda, seguro, pero yo llegué a creer, una vez más, que alguien organiza el destino y la vida del "hoy" de las personas para que puedan manifestarse como son, mostrar su altruismo, su vitalidad y su entrega, apenas atisban un mínimo color y olor a vida, en su horizonte más cercano. Contar el ayer conduce al mañana aunque lo haces sin darte cuenta que donde vives es en el hoy.
- Ella, erguida como un tronco, elegante como un cisne, se mostraba como un ratón ante una jauria de silenciosos y expectantes felinos hambrientos de ella. "Caballero - me dijo - puede usted decirme donde queda la Iglesia, tengo una boda a las diez, soy la madrina y llevo media hora perdida en este pueblucho".
- Al instante, prácticamente todos los aburridos tigres del Ateneo de la Huerta se lanzaron a contarle con cierta y escasa, claridad, el lugar de rezos de la localidad. Uno de ellos - El Benito - le ofreció, incluso, un cigarrillo abriendo una amarillenta pitillera muy vintage, que la bella madrina rechazó con gesto coqueto y hasta sensual - "Ahora no", dijo.
- José, el "Barcas", le habló de lo bailarín que el fue en juventud cuando hizo la mili en Almería y de que las piedras del Ateneo podrían hablarle de lo grande y próspero que había sido el pueblo en otra era ... El Rey estuvo aquí en 1912 - le dijo. La bella visitante llegaría tarde a la boda, seguro, pero yo llegué a creer, una vez más, que alguien organiza el destino y la vida del "hoy" de las personas para que puedan manifestarse como son, mostrar su altruismo, su vitalidad y su entrega, apenas atisban un mínimo color y olor a vida, en su horizonte más cercano. Contar el ayer conduce al mañana aunque lo haces sin darte cuenta que donde vives es en el hoy.
Al salir puse mi mano derecha sobre las piedras de las casas, cerré los ojos ... y me dejé llevar ... fue maravilloso, las piedras siempre hablan si sabes oír ... y leer lo que está escrito en ellas ... y yo estuve ahí, leyendo ... oyendo, soñando, ... ¿De verdad esa coqueta y atractiva sesentona estuvo ahí?
Me gusta tu escrito aunque prefiero otro tipo de mujer es demasiado clasica
ResponderEliminarpara mi
Hoy me siento
de una manera que no podria describirme
Un abrazo inmenso
Sucede que tú eres una chica especial, querida Mucha. En el estado que estés, eres, siempre, una persona muy especial. No lo olvides nunca, tú eres lo mejor de tu vida y de los muchos que te leemos.
EliminarUn abrazo lejano y sincero.
jajajajajaj que lindo relatoooooo...estaban enloquecidosssssss con la señora!!! pero mas me gusto el cierre...eso de no saber si es un sueño o si realmente fue parte de la realidad... como quedarse con la famosa frase de "la vida es sueño".... Mi abrazo y me siento feliz de verte escribir y saberte muchoooo mejor!!!
ResponderEliminarGracias Eli. Hoy tuve que volver a mi SPA favorito pero ya estoy en casa, hecho un chaval.
EliminarGracias por tus animosos comentarios.
Un abrazo fuerte
Esa sesentona y bella mujer estuvo ahí Enrique, no importa si fue sueño, te inspiro un lindo relato. Saludos amigo.
ResponderEliminarEs difícil, a veces, distinguir entre la realidad y el sueño, amiga Sandra.
EliminarUn abrazo de sábado